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Once Upon a Time in the West (Leone, 1968) |
En esta ocasión iniciamos la clase con temas que podrían parecer heterodoxos en un curso de Tendencias Actuales, pero que sirven para iniciar discusiones en torno a prácticas culturales a partir de lo que se hace, lo que se produce y consume en el Arte, finalmente. Uno de los estudiantes visitantes lanzó los dados al cubilete, y preguntó si se podría hacer una analogía entre lo que se considera “chilango” en su condición de migrante hacia el interior del país -es decir, en esa exterioridad terrenal, Terrum Ignota-, y el personaje construido del “judío errante”.
Derivado de ello, se hicieron comentarios sobre la estratificación del chilango en su propio contexto, en su propia ciudad, en donde en ocasiones, para el propio chilango, el yuppie atávico de la colonia Condesa se torna insufrible. Es decir, pareciera que el chilango convierte ciertas zonas de su ciudad en su propio ghetto, en su contingencia, donde un personaje de la Guerrero o de Sta. María de la Ribera no soporta al transgender de Nápoles o Coyoacán.
Se hizo alusión también al origen del desprecio que se le tiene al chilango o a la razón histórica. Se mencionó el texto de Mark Wasserman, Capitalistas, caciques y revolución: La familia Terrazas de Chihuahua (1854-1911), cuyo análisis histórico, deja ver en uno de sus pasajes, cómo desde el siglo XIX, se tenía ya cierto desprecio hacia la gente que desde la capital de la república emigraba hacia el norte.
Una vez agotado el tema, pasamos a otro asunto capital en la discusión en torno a la creatividad y su referente en el dominio técnico y la imaginación en las prácticas del Arte y el Diseño.
Se confrontaron ideas sobre la presunción de estudiantes de diseño, que suponen que ellos no tienen nada que ver con el arte. Y viceversa. A la sazón, se hicieron comentarios también, sobre cómo en uno de los credos de la escuela Bauhaus, se asumía que el diseño aterrizaba en el objeto hecho arte. Herbert Bayer, Walter Gropius, Mies van der Rohe et. al., suponían que el diseño era una condición indefectible en la concepción de la obra. Por tanto, una cosa va junto con otra.
Se abrió un paréntesis que nos permitió discutir si era mejor o peor poner primero a la teoría que a la praxis o viceversa. Y de ellos se derivó lo que se reconoce como creatividad y conocimiento en los procesos de producción de la obra.
Poco después, pasamos al campo del quehacer cinematográfico, y pusimos como ejemplo la analogía que había entre lo que hacía Ennio Morricone y Sergio Leone cuando ambos compartían proyectos al alimón creativos.
Y vimos la sección de apertura de la película Érase una vez en el Oeste (Leone, 1968), en donde la edición tiene elementos que remiten al nuevo esquema modernista de la fractalización o fragmentación del cuerpo y sus acercamientos en extremo. Igualmente, con referencias al cartón animado de la historieta.
Previo a la revisión de examen, hicimos comentarios sobre cómo en Estados Unidos, estudiantes de la carrera de Antropología de la universidad de Chicago, hicieron experimentos para observar cómo el sujeto social construye para sí, y a su alrededor, un espacio corpóreo como si se tratara de una esfera, ese espacio se supone que debe ser respetado, de manera tal que ese mismo espacio es el que no se quiere violentar cuando una cámara construye su eje que apunta hacia su sujeto-objeto modelo. Por tal motivo, se dijo, la cámara fotográfica es obtrusiva, instrusiva. Una vez expuesto y discutido lo anterior, se hizo la revisión de los ejercicios de examen. El trabajo "Media Anthropology" de Eric W. Rothenbuhler menciona estos estudios y habla más afondo del tema.
5.- Siguen pendiente para la próxima sesión, Sandy Skoglund, Maya Goded, Beechroft y Lessie Sarfati para regresar al tema de la perspectiva de género.
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